Debe su nombre a las dolinas o torcas, unas curiosas formaciones en forma de depresiones circulares en las que predominan las calizas.
Con más de 150 millones de años, estas rocas están formadas por sedimentos marinos muy sensibles a la erosión que con la acción lenta pero continuada de la lluvia, la nieve y el viento han moldeado este impresionante paisaje kárstico.
FIN DE TORCAL DE ANTEQUERA