Es un mamífero lagomorfo caracterizado por la precocidad de las crías, que son capaces de correr y alimentarse por si mismas desde el momento de nacer.
En la Península Ibérica hay 3 especies de liebres, que son territorialmente incompatibles entre sí.
A diferencia del conejo no viven en madrigueras, se aplastan sobre la hierba o en depresiones del terreno, pasando desapercibidas por su color.
Tiene muy desarrollados el oído y el olfato, siendo la vista su peor sentido. Puede alcanzar velocidades de hasta 70 Km por hora.