Este simpático roedor desarrolla su actividad durante el día buscando y consumiendo frutos, semillas, cortezas, insectos, huevos e incluso pequeñas aves.
Su pelaje de color rojizo le da nombre a su
especie y varía en función de la estación del año, en invierno
se cubre de un largo y abundante pelo que perderá previamente a los
meses de calor.
Cuando llega el invierno le crecen unos penachos de pelos en las orejas.
No hiberna pero sí que reducen su actividad tanto en épocas de frió como de calor, refugiándose en sus nidos y manteniéndose activa consumiendo lo que ha ido almacenando en diferentes oquedades de los árboles y rocas o enterrado en el suelo.
Tienen 2 camadas por año, teniendo cada vez entre 3 y 6 crías.